jueves, septiembre 20

Técnicamente es viable el acueducto, coinciden especialistas

Kiosco Mayor / Ignacio Bandín
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Sin embargo, establecen que Hermosillo no debe depender de una sola opción. Imposible establecer una desaladora en la costa. Sería en San Carlos o Empalme. Agricultura en Sonora, utiliza el 91 % del agua y mal. Hace falta cultura del desierto

Hermosillo, Sonora
Septiembre 17 de 2012. Lunes

A convocatoria del diputado local del PRD, Carlos Navarro López, perredistas se reunieron con cuatro especialistas en el tema del agua, donde dos de ellos con datos técnicos y números coincidieron en que la opción del acueducto es viable mientras otros dos solo opinaron que se debe desalar agua de mar.

En la sala de juntas del Congreso del Estado, acudieron varios perredistas, así como los investigadores de la Universidad de Sonora doctor Jaime Varela Salazar, ingeniero Manuel Balcazar Meza, el geólogo Miguel Rangel Medina, y el especialista doctor José Castillo Burrola, presidente del Distrito de Riego de Mazatán.

En la apertura del diálogo, Navarro López dijo que el tema del acueducto Independencia será tocado por el Poder Legislativo estatal, toda vez que cuando algunos piden no politizarlo, es un tema político porque es una decisión de gobierno. Sin embargo, estableció que la politización no debe darse desde el punto de vista de colores de partido sino de argumentos técnicos.

En su intervención, el doctor Varela Salazar dejó claro que ante cualquier opción de abasto de agua para Hermosillo, acueducto o desaladora, el tema del agua debe verse de manera integral: tratamiento, cultura, contaminación y medio ambiente.

De entrada, el proceso de ambos genera contaminación porque se debe utilizar energía eléctrica la cual consume combustible. Además, falta mejorar la administración del agua, reparar la red de distribución. Se pronunció por la desalación para dar agua a Hermosillo.

Por su parte, Balcazar Meza dijo tajante que no se requiere acueducto ni desaladora para Hermosillo. El agua del subsuelo, consideró, es suficiente para abastecernos pero el problema es que ha habido una mala administración del agua.

Además, ha faltado establecer una cultura de la sequía. Que los hermosillenses sepan cómo vivir en ese ambiente inherente a Sonora. La Universidad de Sonora, dijo, hace más de 40 años que investiga la desalación de agua. Actualmente los procesos han mejorado, se han reducido los costos, sin embargo, desalada o entubada, son los intereses económicos los que han impedido una correcta administración, insistió.

Según datos aportados, asegura que la cantidad de litros de agua por habitante en Hermosillo no es de 250 a 300 litros diarios. Es una cantidad inmensa de agua. El consumo es de entre 150 y 175, por eso reiteró que con el agua del subsuelo podemos surtir esa demanda.

Además, dijo que un eficaz tratamiento de aguas residuales permitiría 2.5 litros por segundo, lo que ahorraría aun más agua, aunque dejó claro, que eso sería en una red sin fugas.

Contrario a la opinión de estos dos especialistas, el geólogo Rangel Medina, dejó claro que no daría una opinión sino que en su caso expone números. Coincidió con las opiniones de que a Hermosillo le ha faltado una correcta administración del agua, pero en todo el estado el recurso es mal administrado.

Los números establecen, indicó, un déficit en las cuencas del norte y abundancia en las cuencas del sur. Además, el déficit del norte tarda mucho en recuperarse mientras en el sur es muy rápido. Lo vimos en el caso de 2002-2003 donde se quedó sin agua la presa El Novillo, pero además, hubo en esa ocasión un mal uso del agua porque de los 2,700 millones de metros cúbicos se utilizaron 5,200 millones. Recordó que el sistema de presas de la Cuenca del Yaqui acumula más de siete mil millones de metros cúbicos.

Por eso, indicó que extraerle 75 millones de metros cúbicos de agua a la presa, ni cuenta se da y además, es absurdo decir que afectará a los usuarios de Cajeme, donde se requieren 2,200 millones de metros cúbicos.

El geólogo también advirtió de otros problemas que conlleva la sobreexplotación de los mantos. Se están formando enormes cavidades y en un futuro podemos tener problemas de hundimientos y de enormes grietas comenzando en el vaso de la presa. Recordó que en Arizona recientemente se registró una grieta en pleno centro de Tucson que afectó a un edificio.

En ese caso está la zona de la presa Abelardo L. Rodríguez, donde se ubican el 60% de los  pozos de donde se surte Hermosillo. Obras como la presa El Molinito, la cual fue un desperdicio, no permite que le llegue agua a la presa en Hermosillo, solo de manera subterránea. Que irónico, a la presa, en lugar de sacarle por encima, le sacamos de abajo, dijo.

También refirió en el tema de la conservación del ambiente, que la isla del Huivulai en Cajeme está recibiendo más de 500 millones de metros cúbicos anuales de agua de desperdicio plagada de sales, contaminantes de pesticidas y productos agrícolas, pero nadie dice nada al respecto, y cuando se denuncia hay molestia.

Ahí hay una gran oportunidad de negocio en el tema del tratamiento de agua, además representaría un ahorro para la zona del sur del estado.

Ahora, están también los 330 millones de metros cúbicos al año que se evaporan por la acción del sol y los 110 millones de metros cúbicos de escurrimientos de la presa. “Por eso, si a la presa se le sacan para Hermosillo 75 millones, se ríe”, dijo.

En Hermosillo, también hace falta tratar el agua, estableció, porque con una planta que nos de 2.5 litros por segundo, en un año podemos rescatar 65 millones de metros. También las fugas de la red son un problema y a ciencia cierta no se sabe cuántas tenemos, pero sí debemos reconocer que tenemos un “bote agujerado”.

Sobre la desaladora, no la descartó, porque considera que Hermosillo debe tener más opciones y un plan de combinar todas las aguas (lluvia, pozos, tratada, acueducto y desalada) es factible, pero en el caso de Hermosillo es imposible establecer una desaladora en la costa toda vez que está llena de parques acuícolas, 30 mil hectáreas. También no gusta cuando uno dice que están afectando la costa y los pozos salobres.

Puede pasar el caso de Alicante en España, donde construyeron una desaladora donde gastaron miles de millones y cuando perforaron los pozos se dieron cuenta que no había agua. Tuvieron que abrir un túnel por debajo del mar para extraerla. Una desaladora para Hermosillo en el futuro deberá construirse en San Carlos o en Empalme.

Se pronunció más que por una cultura de la sequía, una cultura del desierto. Debemos trabajar, dijo, en enseñarles a los niños que vivimos en un desierto, debemos explicarles de dónde sacamos el agua, porque ellos no lo ven, solo abren la llave pero desconocen de dónde viene. Decirles que no tires agua, que no dejes el grifo abierto mientras te lavas los dientes, o mientras te enjabonas en la regadera, eso no es cultura del agua, señaló.

Por su parte, el doctor Castillo Burrola, expuso que la agricultura en Sonora utiliza el 91% del agua y apenas el 1% es para consumo humano. La agricultura, es el mayor consumidor de agua pero además no tiene un manejo eficiente.

Ejemplificó que en Sonora, el distrito de riego con mayor tecnificación es el de Guaymas, con el 77% de su superficie. Le sigue el de Caborca con el 57%, Hermosillo con el 38%, Ures con el 11%, San Luis Río Colorado con el 9%, Mazatán con el 8%, Navojoa con el 7%,  Agua Prieta con el 6.5%, Moctezuma y Magdalena de Kino con el 5%, Cajeme con el 4.5% y Sahuaripa con el 3%.

En la gráfica, dijo que el caso de Cajeme y Navojoa, la abundancia de agua no ha permitido una tecnificación del riego, además, siembran granos lo cual deja una ganancia muy pequeña y normalmente esta viene de los subsidios gubernamentales. También tienen subsidios en el consumo de energía eléctrica para el bombeo, por lo que prácticamente producir no les cuesta, pero estos datos no los puede dar a conocer uno porque inmediatamente lo ponen en las listas negras, lamentó.

Sobre el acueducto Independencia, dijo que no es un plan reciente. Es un proyecto que data de tres gobernadores atrás. Uno (Beltrones) lo tocó pero no pudo; otro (López Nogales) lo expuso más o menos. A Bours, ni siquiera mencionárselo. Y Padrés, hay que reconocer que fue una decisión valiente solo que ha carecido de técnicos que le apoyen con datos fríos en la defensa del proyecto.

Castillo Burrola se pronunció además por la creación de un instituto de investigación del agua. Siendo Sonora un desierto y con los problemas de desabasto es absurdo no tenerlo. Hay investigaciones dispersas, por lo que con un centro se pueden conjuntar todas, aterrizarlas y tener un solo dictamen.

Puso el ejemplo de Arizona, donde en 1985 iniciaron con un plan del agua a 45 años, y veamos cuantos llevan ya.

También se requiere poner orden legislativo en el uso del agua y ahí los diputados locales tendrán mucho trabajo. Tecnificar el riego y capacitar técnicamente al personal encargado de los organismos del agua.

Agregó que otro problema que requiere regularizarse son las 125 unidades de riego que existen en Sonora, las cuales todo mundo conoce ahora como “las hijas de nadie”, porque le cuestionan a Sagarpa por ellas y dice que no le corresponden, y la Conagua dice lo mismo. Aquí se está dando un enorme desperdicio de agua y nadie pone orden, indicó.

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