FUERA DE RUTA
Por: MARGARITA BEJARANO CELAYA
De huelga y otros derechos
El jueves 19 de abril a las 5 de la tarde se inició la huelga de las y los trabajadores académicos de la Universidad de Sonora. En esta ocasión a diferencia de otras, el uso de las redes sociales permitió tener acceso a información más allá de la que oficialmente se divulga en los medios de comunicación por las instancias involucradas en el problema laboral.
Vi con sorpresa y con gusto que un estudiante, Carlos Cárdenas, se manifestara a través de las redes sociales –particularmente yo lo vi en Facebook– y convocara a la comunidad estudiantil a participar y formar parte activa del proceso en que ellos se miran directamente afectados.
Después, también en Facebook, circuló la respuesta de parte de la profesora Nora Claudia Sandoval, a mi juicio con mucha sensibilidad hacia la iniciativa del estudiante y argumentando claramente su postura, muy respetable como trabajadora informada que hace uso de los recursos que tiene para ejercer sus derechos laborales.
En los videos, particularmente en el de Cárdenas se habla de la fuerza, del poder, de razón y de sustento: del poder ciudadano, se invita a vencer la apatía y lo celebro ampliamente. Se habla también de dos partes en juego (autoridades universitarias y trabajadores) y de un tercero en desventaja que sería el alumnado afectado que no tiene cabida en la negociación, ni quién le defienda.
Se pierde la imagen del garante en todo caso. Porque, ¿no son a fi n de cuentas trabajadores universitarios –académicos o administrativos– y estudiantes sujetos de derecho?, ¿no tienen unos el derecho a trabajar y a obtener sueldos y prestaciones dignas para satisfacer sus necesidades y las de sus familias?, ¿no tienen también y a fi n de cuentas las y los estudiantes el derecho humano de recibir educación, capacitación e información? Además ¿no son los derechos humanos inherentes, irrenunciables e intransferibles y no existe jerarquía entre ellos? Así las cosas, no se puede simplemente decir que docentes violan el derecho humano de estudiantes por hacer uso de un recurso extremo para defender su propio derecho a condiciones dignas de vida, no se puede hablar de que unos renuncien a condiciones dignas en pro de los derechos de los otros.
Entonces, nuevamente dónde está el garante de los derechos de todas y todos. Quién está faltando a su mandato de generar condiciones para que unos y otras vivan vidas dignas y puedan ejercer sus garantías. Cuál ha sido el papel del gobierno como generador de condiciones para que las relaciones laborales, no solo en el ámbito educativo sino en todos los sectores, se desarrollen de la forma en que funcionan actualmente transfi riendo los costos de la producción de los bienes y los servicios a las y los trabajadores.
Cuál ha sido la actuación de las y los legisladores locales en la aprobación del presupuesto estatal.
Cuál ha sido su compromiso con la ciudadanía y con la juventud –futuro de nuestra sociedad– para no ponerse de acuerdo en la ordenanza de las prioridades que se deben establecer para que nuestro estado funcione. ¿Y quién los vigila?, ¿dónde está la ciudadanía exigiendo a nuestros gobernantes y legisladores que hagan su trabajo? Creo que si preguntamos quién realmente viola los derechos de la ciudadanía, la respuesta está muy clara.
Doctora en Ciencias Sociales por El Colegio de Sonora.
margaritabejarano@hotmail.com