Letras de oro para la Universidad de Sonora
José Roberto Morales / termomx@gmail.com
El día de hoy martes 19 de octubre, el pleno del Congreso del Estado, aprobó la iniciativa presentada por el diputado Bulmaro Pacheco, respecto a inscribir con letras de oro, en la pared de honor del salón de sesiones del Congreso del Estado, el nombre de los sonorenses ex presidentes de la República Mexicana: Félix Zuloaga Trillo, Adolfo De la Huerta, Marcor, Álvaro Obregón Salido, Plutarco Elías Calles y Abelardo L. Rodríguez; así como el de la institución educativa por excelencia del siglo XX sonorense: la Universidad de Sonora, como un homenaje al legado que dicha institución educativa ha dejado al pueblo sonorense.
Así mismo, se estableció que la ceremonia para realizar las inscripciones se realizará el día 14 de diciembre del presente año.
En la exposición de motivos de dicha iniciativa, que fue aprobada por unanimidad por el pleno, se planteó que en el contexto de los festejos del Centenario y el Bicentenario es el momento propicio y oportuno, para tener presente los nombres de los sonorenses que años después del inicio de la Independencia y de la Revolución en tiempos nada fáciles, lograron desempeñarse como presidentes de la República; además de que en sus biografías y en su actuación pública ya juzgada por la historia se hace necesario reconocer y hacer trascender sus aportaciones históricas, ya que los valores referidos no son prescriptibles, pero si reconocibles.
Por el simbolismo que la Universidad de Sonora tiene para los sonorenses, transcribimos la fundamentación que el diputado Bulmaro Pacheco hiciera para impulsar dicha iniciativa:
“La Universidad de Sonora a 68 años de su fundación
Que el Poder Legislativo honre a una persona o institución, que al fin de cuentas es, en este caso, también persona, persona moral, implica que el homenaje lo ofrece el pueblo de Sonora por entero, representado por esta Legislatura.
El sector territorial o demográfico en que ha incidido la acción de quienes se lee aquí el nombre, puede ser claramente delimitado. No podrá serlo en el caso de la Universidad de Sonora, cuyo nombre se propone plasmar en estos muros, porque su permanente siembra de sabiduría incide en todos los sonorenses, en todo su territorio, y aún más allá de éste, en el lugar del mundo adonde vayan sus egresados.
Nuestra Universidad de Sonora cumplió este año 68 años de trabajo, iniciado en octubre de 1942. Sin embargo, su creación jurídica viene de años atrás. El 26 de noviembre de 1938 se aprobó la primera Ley Universitaria en cuyo artículo II se prevé que el Gobierno del Estado “sostendrá y mantendrá… un plantel educativo autónomo de enseñanza universitaria que se denominará Universidad de Sonora”.
La iniciativa fue presentada por conducto de un particular, el licenciado Herminio Ahumada. No había entonces, como la hay ahora, el derecho de iniciativa popular, pero ninguno de los diputados se detuvo en formalismos cuando escuchó decir al jurista y poeta de Soyopa: “Si queremos transformar el medio ambiente nacional, si queremos cambiar el sino de nuestra historia, eduquemos a nuestra juventud”.
La iniciativa fue adoptada al unísono por todos los diputados.
¿Cómo fue posible crear y sostener, en aquellos años de interminable restricción económica causada por la II Guerra Mundial, una institución de educación superior? El 7 de junio de 1939 se aprobó la Ley que decreta un aumento adicional de 5% sobre los impuestos, derechos, productos y aprovechamientos establecidos, o que en lo sucesivo se establezcan por las leyes de Ingresos del Estado, que se destinarán única y exclusivamente a la fundación y establecimiento de la Universidad de Sonora.
Este porcentaje se elevó más tarde, en la administración del gobernador Ignacio Soto Martínez, al 10%.
Durante más de 50 años lo hemos estado pagando los sonorenses sin la menor objeción. La Universidad de Sonora creció y se fortaleció gracias, principalmente, al esfuerzo de cada habitante de la entidad. Ha sido éste, lo sigue siendo, el ejemplo más elevado de comunión entre una Universidad y el pueblo que le dio vida.
La Universidad de Sonora ha sido la gran palanca de movilidad social sonorense del siglo XX y lo que va del XXI.
Por el éxito de nuestra máxima casa de estudio, hablan los más de 75 mil egresados de licenciatura en 68 años.
Proponemos, por ello, que también el nombre de la Universidad de Sonora quede escrito en este recinto con letras de oro.
Por todos los hechos expuestos y que se encuentran registrados por la historia de cada uno de los sonorenses que fungieron como presidentes de México y por las aportaciones históricas de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad de Sonora que son fundamento de las iniciativas al pleno del congreso del estado atentamente pido proceder de conformidad con lo solicitado en el fundamento de la iniciativa”.
Definitivamente, un decreto que será muy bien visto por los miles de egresados de la máxima casa de estudios que los formó como ciudadanos responsables y comprometidos con el desarrolllo de nuesro estado.
Enhorabuena por los diputados y ¡Felicidades Universidad!
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