Muy al estilo de la administración de la UNISON.
Desde la pasada huelga del STAUS en la Universidad de Sonora han surgido muestras de inconformidad por la manera en que se desenvuelven los administrativos dentro de la institución, comenzando por los "colegas" Grijalva-Monteverde y Velázquez Contreras, quienes sin contar con carreras académicas ni cercanas a sobresalientes han cosechado muchos logro$$$ con dinero de los impuestos que paga la sociedad. Parece ser que el perfil deseable para ser funcionario en la UNISON es el de empresario frustrado, y en el justo momento de ocupar un cargo, representa la oportunidad única para el saqueo y el tráfico de influencias a costa incluso del devenir académico de esta universidad. Lo anterior se lleva a cabo de la manera más impune debido a que se han formado a través de los años grupos tendientes a solapar actos y decisiones arbitrarias fuera de todo criterio académico de parte de nuestros pintorescos Rector y Secretario Académico, y es lógico pensar que otros grupos llamados displicente y erróneamente antagónicos o disidentes deben quedar fuera de la jugada. Los últimos en la mayoría de los casos han velado por que al menos se denuncie el trato injusto de parte de directores de división y jefes de departamento hacia los académicos, sin lograr hasta la fecha un efecto de resonancia relevante entre la comunidad universitaria. Esto se debe principalmente a que se encuentran aislados, y parece ser que después de manifestarse a través de los medios el problema se "disuelve" y todo vuelve a la enfermiza normalidad de bloqueo y estancamiento a académicos de verdadera vocación y prestigio quienes cuentan con la mala jugada del destino de no coincidir con la ineptitud y actitud servil de la mayoría de los administrativos en el alma máter. Uno de los departamentos en donde ha imperado durante un tiempo considerable un ambiente de inequidad, nepotismo descarado y muestras palpables de hostigamiento laboral, es el mencionado en otras publicaciones de nuestro grupo de trabajo de "Quehacer Universitario", el de "Polímeros". Tenemos conocimiento de que en este departamento cada semestre representa un "estira y afloja" a veces desgastante para que a ciertos académicos se les programe carga académica dentro del posgrado correspondiente, mientras que en el caso de Juana Alvarado Ibarra (por mencionar uno), una estudiante "fósil" con estudios de doctorado interrumpidos, con solamente título de maestría y sin pertenecer al SNI, se le ha programado un curso de "Seguridad en el Laboratorio" como un módulo inventado dentro de una materia del posgrado, mientras que hay académicos pertenecientes al SNI con doctorado así como con productividad científica suficiente, a quienes se les niegan horas por falta de éstas como suele argumentar la jefa del departamento Rosa Elena Navarro Gautrín. Y para colmo y como incentivo singular a la incapacidad de doctorarse en tiempo y forma, a Alvarado Ibarra le asignan una plaza de técnico general, siendo todavía "estudiante" de "tiempo completo" ante CONACyT. Se ha rumorado que dicha concesión se cristalizó gracias a favores personales de parte de Alvarado Ibarra a Mónica Castillo Ortega, ex-jefa del departamento en cuya gestión favorecía a los de su grupo de élite cuestionada y dudosa, mientras que quienes no simpatizaban y aún no simpatizan con ella eran excluídos para tener recursos y representatividad en actividades académicas del departamento. Un "secreto a voces" que prolifera en "Polímeros" es que Navarro Gautrín desde que ocupó su cargo hasta la fecha ha llevado a cabo un curso intensivo de tráfico de influencias, hostigamiento laboral y de cómo aparentar ser incluyente, cuya instructora es Castillo Ortega. Dicha instructora se ha indignado porque la han exhibido en algunos medios por practicar el ya mencionado nepotismo académico, ejemplos de ello es la incorporación misteriosa y al estilo "caja negra" como técnico de uno de sus hijos al Departamento de Ingeniería Química y Metalurgia, quien ocupa una plaza que originalmente era de maestro de tiempo completo, exluyendo a candidatos idóneos de al menos 15 años de experiencia como docentes. Este hecho se ventiló en una de las Asambleas del STAUS cuyos dirigentes no se enteran de la corrupción y el consecuente rezago académico, así como de muchas injusticias que se suscitan en "Polímeros" porque se ha cuidado recientemente que sus delegados sindicales tengan la personalidad y el vínculo adecuados para la jefatura del departamento. Tal es el caso de Carmelo Encinas Encinas, quien dirigido cual títere de la ex-jefa Castillo Ortega y de la actual jefa ha hecho caso omiso de la inequidad que existe al momento de programar carga académica a los "menos afortunados" y por supuesto, ha mostrado pasividad absoluta para exhibirla ante el STAUS. Ahora se perfilan la prima de Castillo Ortega, Hisila Santacruz Ortega y la ex-estudiante de Navarro Gautrín, Lorena Armenta Villegas como candidatas a delegada y sub-delegada sindical, respectivamente. Qué par de marionetas cómodas tendrá la jefatura y la jefa "fantasma" Castillo Ortega para contener las inconformidades de académicos de un departamento que ha llamado la atención de parte de universitarios con visión objetiva, no de la manera que se espera de un lugar donde se lleva a cabo investigación básica significativa, gracias al inexistente liderazgo de Grijalva Monteverde. La mayoría de los universitarios siguen buscando algún vestigio de la visión mesiánica de nuestro Rector de su tan anunciado proyecto incluyente antes de ocupar su cargo.
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