Que estudien, aunque no tengan trabajo”

Por Rafael Cano Franco

El rector de la Universidad de Sonora, Heriberto Grijalva Monteverde acudió a platicar con los periodistas del Grupo “Contrapunto 10”, las observaciones que nos hizo respecto a la visión que tiene de la educación superior pueden caer dentro del calificativo de “polémicas”.

Es que el Rector de la Universidad de Sonora, nos confesaba que en México no existe una política de estado que privilegie la educación, aunque todos los políticos la presentan como una prioridad en sus planes de gobierno.

Pero lo que más llamó la atención, es la propia visión que tiene el Rector sobre los miles de egresados, que cuando culminan sus estudios, no encuentran trabajo en el sector productivo y deben emplearse en cualquier cosa y por salarios muy pobres antes de poder encontrar un lugar donde puedan desarrollar la carrera que estudiaron.

En diversos foros donde se analiza el tema de la educación superior, en libros que abordan el tema y en diversos simposios, siempre se maneja que la vinculación con el sector productivo es fundamental para planear la oferta educativa y garantizar puestos de trabajo a los egresados universitarios.

Pero en el caso del Grijalva Monteverde, esa situación no necesariamente es válida.

El Rector de la Universidad más importante de Sonora –por sus recursos, por su plantel, por su oferta educativa y por el impacto social que tiene—nos confesaba que si bien es cierto existen carreras que están sobresaturadas y sus egresados no encuentran  trabajo al egresar.

En este punto consideró que independientemente de si existe una oferta laboral que sustente esas carreras, la Universidad de Sonora las debe seguir ofertando porque “es mejor estudiar, aunque no encuentren trabajo”.

La visión del Rector contrasta con otra de sus afirmaciones en el sentido de que los recursos cada vez son más escasos para la educación y también nos dan una idea de que entre la Universidad y el sector productivo existe un divorcio.

En una sociedad como la nuestra, se produce para que se consuma; el producto de la Universidad de Sonora son sus estudiantes egresados, ellos serán consumidos por el entorno laboral; si cuando concluyen sus estudios nadie los contrata se generan dos problemas: sobresaturación en el mercado que desemboca en el otro problema, el desempleo.

Grijalva Monteverde justifica su postura con el argumento del compromiso social que tiene la Universidad; pero no es aceptable.

Si los recursos no le alcanzan, si existen carreras que no tienen futuro laboral y son de las más demandadas, si existen otras áreas del conocimiento que deben abrir más espacios pero no pueden hacerlo, entonces no se cumple una función social.

Ese precepto se va a cumplir cuando el producto más importante de la Universidad sea un factor de transformación social, hoy día solamente engrosan el desempleo y eso es muy caro y por eso los recursos no alcanzan.