Rinden homenaje póstumo en Cajeme al maestro Héctor Martínez Arteche

Kiosco Mayor / Redacción
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Emotivo el adiós que dieron familiares, amistades, alumnos, ex alumnos, artistas, en el teatro del ITSON, organizado por el Instituto Sonorense de Cultura

Cajeme, Sonora

Octubre 10 de 2011. Lunes

Con música de Tchaikovsky, tal cómo él lo pidió, el maestro Héctor Martínez Arteche fue despedido en un emotivo homenaje que se le rindió este domingo en el Teatro del Itson "Dr. Óscar Russo Vogel" de Ciudad Obregón.

El artista plástico, quien falleció la semana pasada, fue recordado en un evento realizado por el Gobierno del Estado a través del Instituto Sonorense de Cultura y el Instituto Tecnológico de Sonora.

Ante un público admirado por la trayectoria del maestro Arteche, como era conocido, Alina, hija del artista, transmitió serenidad y temple durante su mensaje y pidió al público asistente recordarlo como una persona llena de energía, balance y paz. "Esa era la cosmovisión de mi padre", afirmó.

La joven se encargará en un futuro de continuar algunos de los proyectos del artista, quien siempre estaba pensando en el siguiente trabajo por hacer. Alina quiso compartir con los presentes un pensamiento de su padre "que la energía que produce su ausencia, se transforme en fuente de inspiración".

Durante el acto en el que se mostraron imágenes de varios momentos importantes en la vida de Martínez Arteche, la directora general del Instituto Sonorense de Cultura, Poly Coronel Gándara, expresó a la comunidad artística cómo Sonora adoptó al finado maestro originario del Distrito Federal, mismo que dejó un legado que permanecerá vigente a través de varias generaciones.

"Gran artista, maestro y padre, los sonorenses compartimos un orgullo por ese gran hombre humanista y dedicado, por esas razones lo despedimos tal y como lo pidió con música de Tchaikovsky con la Orquesta Filarmónica de Sonora; hoy el maestro Arteche no está con nosotros pero su obra y legado permanecerá vigente", reiteró.

Alina Arteche recibió una placa como reconocimiento póstumo a la trayectoria de su padre Héctor Martínez Arteche, de parte del Gobierno del Estado, a través del Instituto Sonorense de Cultura.

En su memoria, la Orquesta Filarmónica de Sonora, dirigida por el maestro Héctor Reyes Bonilla, interpretó el Vals de la Bella Durmiente y la Suite de El Lago de los Cisnes, ambos de Tchaikovsky.

Yairo Evrielli, productor y compositor, interpretó al piano una pieza especial dedicada al maestro, al tiempo que se transmitieron las imágenes de Martínez Arteche trabajando en sus obras.

Con conmovedoras palabras que hacían alusión a su vida profesional, el director general del Itson, Gonzalo Rodríguez Villanueva, recordó como Héctor Martínez Arteche fue creador del Programa del Profesionista Asociado y posteriormente de la Licenciatura en Gestión y Desarrollo de las Artes en el Instituto Tecnológico de Sonora, de donde fue mentor.

El periodista cajemense, Carlos Moncada Ochoa, opinó que el muralista fue un sembrador de arte y amigos, por ello su obra trascendió las fronteras. "En Trento, Italia, donde alguna vez expuso sus pinturas, desean hacerle un homenaje a su trayectoria", añadió.

Moncada Ochoa, ex director del Instituto Sonorense de Cultura, dijo además: "fue un homenaje hermoso por su sencillez y autenticidad, me maravillaron las palabras serenas de Alina, creo que es una verdadera hija de Héctor Martínez Arteche".

Una vida dedicada a las artes plásticas y a la formación de nuevas generaciones

En 1948, inició su carrera de maestro en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (UNAM), y como becario continuó estudios de grabado y de pintura mural en "Casa de moneda" (SHCP), y en el Taller de Integración Plástica, (INBA); completó sus estudios con museografía y restauración.

En 1961 con "Crónica de un viaje" en México, D. F., inició una larga etapa de 78 exposiciones individuales a la fecha y desde 1950 con innumerables participaciones colectivas en Europa, Asia y América.

Obtuvo distinciones como: El primer premio "Concurso Nacional de Pintura, 1952" y "Primer Premio Nacional de Grabado, 1953", TIP, INBA; en 1959 y 1961 mención honorífica en "Concurso Nacional de Pintura de Paisaje".

Creó numerosa obra de escultura y pintura monumental, con más de 3000 m2 de mural en Sonora, y con numerosa obra gráfica y de caballete, en colecciones privadas y oficiales.

En 1961 llegó al estado de Sonora, para hacerse cargo de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Sonora y desde 1987 hasta la fecha de su partida, fue maestro de tiempo completo en el Instituto Tecnológico de Sonora y fundador de la Licenciatura de Artes Visuales.

Muchos de sus murales se pueden ver en los Palacios Municipales de Cajeme y Hermosillo; también en la Universidad de Sonora. A nivel nacional e internacional ganó mucho prestigio principalmente en Estados Unidos, Italia, y otras naciones europeas, por la calidad de su obra que mostró en más de 80 exposiciones.