Del conflicto en Ciencias Sociales
Juan Pablo Townles
Las declaraciones del Rector de la Universidad de Sonora respecto a las manifestaciones de desacuerdo porque no se incluye a Blanca Valenzuela en la terna de donde saldrá el próximo o próxima Director(a) de la División de Ciencias Sociales, no pasan de tener una lógica demasiado simple, usual cuando no hay verdaderos argumentos. Se sabe al interior de la Universidad, que no solo son estudiantes los inconformes, sino también académicos, incluidos un buen número de integrantes del Consejo Académico, que es el órgano que al final decidirá de entre una terna quién será el nuevo(a) Director(a) de la División en disputa. Un dato interesante es que el Orteguismo, de donde proviene Grijalva, se caracterizó por las reelecciones de funcionarios.
Nada le está importando a Grijalva la opinión de los Universitarios en esta decisión política, que muestra lo debilitado que ya está como Rector a menos de dos años de su gestión al frente del Alma Máter, ya que sabiéndose sin apoyo mayoritario en el Consejo Académico, no se atreve a aceptar la inclusión de Valenzuela como candidata. Puede ser que, debilitado como está al interior, al fin de cuentas tenga que doblar las manos e incluir en la terna a Blanca Valenzuela. Las afirmaciones de Grijalva en el sentido de que se está siguiendo la normatividad, también suena a vacile, ya que sus funcionarios, desde Jefes de Departamento, pasando por Directores de División, y ni que decir más arriba, no se caracterizan por ser respetuosos de las normatividades, sino más bien, la burocracia de la Universidad se ha fortalecido para que las normatividades se apliquen cuando eso sirva para afectar a los grupos no necesariamente contrarios, sino antipáticos a funcionarios de diferentes niveles. Casi casi dice Heriberto Grijalva: “podemos poner al que queramos porque la normatividad nos faculta para hacerlo”. Cierto, así están hechas las reglamentaciones en la Universidad: solo los adminitrativos tienen capacidad de decisión, y los órganos colegiados solo suelen ser su comparsa. ¿Se prestará el Consejo Académico a ser comparsa una vez más?. El Dr. Heriberto Grijalva Monteverde desprecia el sentir de los Universitarios, estudiantes, trabajadores y académicos. Sin embargo, cuando de ponerlos a trabajar para él se trata, allí si los quiere bien. Baste recordar que llegó a Rector sin tener un plan de desarrollo, por lo que, allí si, se las dió de tomar en cuenta a la Comunidad Universitaria para que se lo hicieran. Que al fin de cuentas, eso sirvió para que funcionarios allegados y allegadas robaran e hicieran suyas algunas propuestas de universitarios que después fueron dejados a un lado.
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