Técnicamente es viable el acueducto, coinciden especialistas
Sin
embargo, establecen que Hermosillo no debe depender de una sola opción.
Imposible establecer una desaladora en la costa. Sería en San Carlos o
Empalme. Agricultura en Sonora, utiliza el 91 % del agua y mal. Hace
falta cultura del desierto
Hermosillo, Sonora
Septiembre 17 de 2012. Lunes
A
convocatoria del diputado local del PRD, Carlos Navarro López,
perredistas se reunieron con cuatro especialistas en el tema del agua,
donde dos de ellos con datos técnicos y números coincidieron en que la
opción del acueducto es viable mientras otros dos solo opinaron que se
debe desalar agua de mar.
En
la sala de juntas del Congreso del Estado, acudieron varios
perredistas, así como los investigadores de la Universidad de Sonora
doctor Jaime Varela Salazar, ingeniero Manuel Balcazar Meza, el geólogo
Miguel Rangel Medina, y el especialista doctor José Castillo Burrola,
presidente del Distrito de Riego de Mazatán.
En
la apertura del diálogo, Navarro López dijo que el tema del acueducto
Independencia será tocado por el Poder Legislativo estatal, toda vez que
cuando algunos piden no politizarlo, es un tema político porque es una
decisión de gobierno. Sin embargo, estableció que la politización no
debe darse desde el punto de vista de colores de partido sino de
argumentos técnicos.
En
su intervención, el doctor Varela Salazar dejó claro que ante cualquier
opción de abasto de agua para Hermosillo, acueducto o desaladora, el
tema del agua debe verse de manera integral: tratamiento, cultura,
contaminación y medio ambiente.
De
entrada, el proceso de ambos genera contaminación porque se debe
utilizar energía eléctrica la cual consume combustible. Además, falta
mejorar la administración del agua, reparar la red de distribución. Se
pronunció por la desalación para dar agua a Hermosillo.
Por
su parte, Balcazar Meza dijo tajante que no se requiere acueducto ni
desaladora para Hermosillo. El agua del subsuelo, consideró, es
suficiente para abastecernos pero el problema es que ha habido una mala
administración del agua.
Además,
ha faltado establecer una cultura de la sequía. Que los hermosillenses
sepan cómo vivir en ese ambiente inherente a Sonora. La Universidad de
Sonora, dijo, hace más de 40 años que investiga la desalación de agua.
Actualmente los procesos han mejorado, se han reducido los costos, sin
embargo, desalada o entubada, son los intereses económicos los que han
impedido una correcta administración, insistió.
Según
datos aportados, asegura que la cantidad de litros de agua por
habitante en Hermosillo no es de 250 a 300 litros diarios. Es una
cantidad inmensa de agua. El consumo es de entre 150 y 175, por eso
reiteró que con el agua del subsuelo podemos surtir esa demanda.
Además,
dijo que un eficaz tratamiento de aguas residuales permitiría 2.5
litros por segundo, lo que ahorraría aun más agua, aunque dejó claro,
que eso sería en una red sin fugas.
Contrario
a la opinión de estos dos especialistas, el geólogo Rangel Medina, dejó
claro que no daría una opinión sino que en su caso expone números.
Coincidió con las opiniones de que a Hermosillo le ha faltado una
correcta administración del agua, pero en todo el estado el recurso es
mal administrado.
Los
números establecen, indicó, un déficit en las cuencas del norte y
abundancia en las cuencas del sur. Además, el déficit del norte tarda
mucho en recuperarse mientras en el sur es muy rápido. Lo vimos en el
caso de 2002-2003 donde se quedó sin agua la presa El Novillo, pero
además, hubo en esa ocasión un mal uso del agua porque de los 2,700
millones de metros cúbicos se utilizaron 5,200 millones. Recordó que el
sistema de presas de la Cuenca del Yaqui acumula más de siete mil
millones de metros cúbicos.
Por
eso, indicó que extraerle 75 millones de metros cúbicos de agua a la
presa, ni cuenta se da y además, es absurdo decir que afectará a los
usuarios de Cajeme, donde se requieren 2,200 millones de metros cúbicos.
El
geólogo también advirtió de otros problemas que conlleva la
sobreexplotación de los mantos. Se están formando enormes cavidades y en
un futuro podemos tener problemas de hundimientos y de enormes grietas
comenzando en el vaso de la presa. Recordó que en Arizona recientemente
se registró una grieta en pleno centro de Tucson que afectó a un
edificio.
En
ese caso está la zona de la presa Abelardo L. Rodríguez, donde se
ubican el 60% de los pozos de donde se surte Hermosillo. Obras como la
presa El Molinito, la cual fue un desperdicio, no permite que le llegue
agua a la presa en Hermosillo, solo de manera subterránea. Que irónico, a
la presa, en lugar de sacarle por encima, le sacamos de abajo, dijo.
También
refirió en el tema de la conservación del ambiente, que la isla del
Huivulai en Cajeme está recibiendo más de 500 millones de metros cúbicos
anuales de agua de desperdicio plagada de sales, contaminantes de
pesticidas y productos agrícolas, pero nadie dice nada al respecto, y
cuando se denuncia hay molestia.
Ahí
hay una gran oportunidad de negocio en el tema del tratamiento de agua,
además representaría un ahorro para la zona del sur del estado.
Ahora,
están también los 330 millones de metros cúbicos al año que se evaporan
por la acción del sol y los 110 millones de metros cúbicos de
escurrimientos de la presa. “Por eso, si a la presa se le sacan para
Hermosillo 75 millones, se ríe”, dijo.
En
Hermosillo, también hace falta tratar el agua, estableció, porque con
una planta que nos de 2.5 litros por segundo, en un año podemos rescatar
65 millones de metros. También las fugas de la red son un problema y a
ciencia cierta no se sabe cuántas tenemos, pero sí debemos reconocer que
tenemos un “bote agujerado”.
Sobre
la desaladora, no la descartó, porque considera que Hermosillo debe
tener más opciones y un plan de combinar todas las aguas (lluvia, pozos,
tratada, acueducto y desalada) es factible, pero en el caso de
Hermosillo es imposible establecer una desaladora en la costa toda vez
que está llena de parques acuícolas, 30 mil hectáreas. También no gusta
cuando uno dice que están afectando la costa y los pozos salobres.
Puede
pasar el caso de Alicante en España, donde construyeron una desaladora
donde gastaron miles de millones y cuando perforaron los pozos se dieron
cuenta que no había agua. Tuvieron que abrir un túnel por debajo del
mar para extraerla. Una desaladora para Hermosillo en el futuro deberá
construirse en San Carlos o en Empalme.
Se
pronunció más que por una cultura de la sequía, una cultura del
desierto. Debemos trabajar, dijo, en enseñarles a los niños que vivimos
en un desierto, debemos explicarles de dónde sacamos el agua, porque
ellos no lo ven, solo abren la llave pero desconocen de dónde viene.
Decirles que no tires agua, que no dejes el grifo abierto mientras te
lavas los dientes, o mientras te enjabonas en la regadera, eso no es
cultura del agua, señaló.
Por
su parte, el doctor Castillo Burrola, expuso que la agricultura en
Sonora utiliza el 91% del agua y apenas el 1% es para consumo humano. La
agricultura, es el mayor consumidor de agua pero además no tiene un
manejo eficiente.
Ejemplificó
que en Sonora, el distrito de riego con mayor tecnificación es el de
Guaymas, con el 77% de su superficie. Le sigue el de Caborca con el 57%,
Hermosillo con el 38%, Ures con el 11%, San Luis Río Colorado con el
9%, Mazatán con el 8%, Navojoa con el 7%, Agua Prieta con el 6.5%,
Moctezuma y Magdalena de Kino con el 5%, Cajeme con el 4.5% y Sahuaripa
con el 3%.
En
la gráfica, dijo que el caso de Cajeme y Navojoa, la abundancia de agua
no ha permitido una tecnificación del riego, además, siembran granos lo
cual deja una ganancia muy pequeña y normalmente esta viene de los
subsidios gubernamentales. También tienen subsidios en el consumo de
energía eléctrica para el bombeo, por lo que prácticamente producir no
les cuesta, pero estos datos no los puede dar a conocer uno porque
inmediatamente lo ponen en las listas negras, lamentó.
Sobre
el acueducto Independencia, dijo que no es un plan reciente. Es un
proyecto que data de tres gobernadores atrás. Uno (Beltrones) lo tocó
pero no pudo; otro (López Nogales) lo expuso más o menos. A Bours, ni
siquiera mencionárselo. Y Padrés, hay que reconocer que fue una decisión
valiente solo que ha carecido de técnicos que le apoyen con datos fríos
en la defensa del proyecto.
Castillo
Burrola se pronunció además por la creación de un instituto de
investigación del agua. Siendo Sonora un desierto y con los problemas de
desabasto es absurdo no tenerlo. Hay investigaciones dispersas, por lo
que con un centro se pueden conjuntar todas, aterrizarlas y tener un
solo dictamen.
Puso el ejemplo de Arizona, donde en 1985 iniciaron con un plan del agua a 45 años, y veamos cuantos llevan ya.
También
se requiere poner orden legislativo en el uso del agua y ahí los
diputados locales tendrán mucho trabajo. Tecnificar el riego y capacitar
técnicamente al personal encargado de los organismos del agua.
Agregó
que otro problema que requiere regularizarse son las 125 unidades de
riego que existen en Sonora, las cuales todo mundo conoce ahora como
“las hijas de nadie”, porque le cuestionan a Sagarpa por ellas y dice
que no le corresponden, y la Conagua dice lo mismo. Aquí se está dando
un enorme desperdicio de agua y nadie pone orden, indicó.
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