Dignidad y Firmeza en defensa de la Universidad de Sonora
Oscar Yescas Domínguez
La Universidad de Sonora inicia su cuarto día de huelga sin muchas esperanzas de que ésta termine. El día de ayer se reunieron representantes de las comisiones negociadoras de ambas partes, pero sólo para ponerse de acuerdo acerca del personal académico que tendría permiso para ingresar a las instalaciones de la universidad durante el tiempo que dure el conflicto de huelga.
Esto nos deja un mensaje desalentador ya que viene a confirmar que la huelga que paraliza la Unison, será una huelga larga. Los motivos de la huelga del STEUS no son de índole económico, sino de defensa del derecho de protesta y respeto a la dignidad de los trabajadores.
El STEUS no esta pidiendo con esta huelga mayor salario, o más prestaciones, lo único que pide es que se respete lo contemplado en el Contrato Colectivo de Trabajo que rige la relación entre el STEUS y la Universidad de Sonora.
Sólo se requiere un cambio de actitud de la autoridad universitaria para destrabar este conflicto y empezar la discusión de lo realmente importante que es la revisión salarial de la Universidad de Sonora, primero con el STEUS y después con el STAUS.
Por eso mismo no proceden los argumentos de las autoridades universitarias y del Gobierno del Estado cuando dicen “no hay dinero”. La Universidad de Sonora tiene dentro de su presupuesto ya aprobado fondos suficientes para reembolsar el día que se les descontó a los trabajadores y empleados universitarios.
Pero el empecinamiento, la tozudez y el autoritarismo son las características que exhiben en su conducta los representantes de las autoridades universitarias. Aparentemente pretenden prolongar el conflicto en forma innecesaria, ¿con que fin?, ¿cuáles son sus intenciones? Hay un dicho que reza “piensa mal y acertarás”. Si lo aplicamos a esta situación podríamos decir lo siguiente:
La negativa de las autoridades universitarias para destrabar este conflicto de huelga que es de fácil solución, responde al interés de las mismas para prolongar el conflicto, desgastar a los trabajadores universitarios con una huelga larga y desacreditar su imagen ante la opinión pública utilizando las armas de distorsión masiva que son los medios de comunicación que ya han demostrado su papel de prostitutos de la pluma, la cámara y el micrófono vendidos al mejor postor.
En esa línea de pensamiento, las autoridades universitarias han abandonado su compromiso con la Universidad de Sonora y juegan el papel de peones al servicio de quienes desde hace años desean acabar con la Universidad de Sonora para golpear a la educación pública y favorecer la privatización de la educación.
Para lograr tales fines, deben destruir primeramente al sindicalismo universitario (STEUS y STAUS), que surgieron en primera instancia para defender los derechos laborales de sus integrantes, pero en su propia existencia llevan implícito el compromiso de defender la educación pública y la existencia de la propia Universidad de Sonora.
Recordemos que Guillermo Padrés, Gobernador de Sonora asestó un fuerte golpe a la Universidad de Sonora al decretar que el Centro de Estudios Superiores de la Universidad de Sonora fuera elevado al rango de “Universidad Estatal de Sonora”.
Con este decreto el impuestos que pagaba la ciudadanía sonorense por el concepto de “impuesto para la Universidad de Sonora”, cambió y ahora surgió el “impuesto para LAS UNIVERSIDADES DE SONORA”. A partir de ahí, lo que se recaude por este concepto se dividirá entre la Universidad de Sonora y la Universidad de Padrés.
¿Cuándo protestó Heriberto Grijalba en su rol de Rector de la Universidad de Sonora por esta reducción de los ingresos para nuestra Alma Mater? Todos sabemos la respuesta NUNCA, jamás dijo algo, sólo siguió cobrando su supersueldo millonario de 120,000 pesos mensuales que le corresponden como Rector.
Por cierto, dicho sea de paso, trascendió que en la distribución del presupuesto del Estado de Sonora para este año, se le asignaron a la Unison 809 millones, 196, 290 pesos. Pero por ningún lado aparece cual fue la cantidad que se le asignó a la “Universidad Estatal de Sonora”. Si sigo con la premisa de que piensa mal y acertarás, esto no solo huele mal, sino que apesssta.
En consecuencia, las autoridades universitarias no están interesadas en levantar el actual conflicto de huelga y la prolongarán lo más que puedan para acabar con el sindicalismo universitario y con el derecho de huelga.
Por tales motivos no debemos alimentar falsas esperanzas de que Heriberto y su equipo sean tocados por la divina providencia y de repente demuestren su amor por la Unison y destraben el conflicto. Sólo la movilización de los auténticos universitarios (Trabajadores, Maestros y Estudiantes) podrá obligar a las autoridades universitarias encabezadas por Heriberto Grijalba a sentarse a la mesa de negociaciones. Esto debe hacerse cuanto antes porque Heriberto tiene programado un viaje a Brasil en estos días, y si se va, el conflicto podría prolongarse hasta semana santa.
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