Los caprichos del rector (Comunicado de Prensa)
Hermosillo, Sonora, a 1 de marzo de 2014
Al pueblo sonorense
A la comunidad universitaria:
En torno a las desafortunadas declaraciones del señor rector Heriberto Grijalva sobre el estallamiento de la huelga este 28 de febrero como un capricho del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS), queremos hacer las siguientes consideraciones:
1. El actual conflicto laboral en la Universidad de Sonora no es el resultado, como lo afirma el rector, de la devolución de un día de salario. Es una huelga por las continuas y sistemáticas violaciones al contrato colectivo de trabajo, acumuladas durante más de 20 años, que hizo crisis con la actitud intransigente de la actual administración universitaria.
2. La huelga que estalló el STEUS, con un amplio respaldo de la base trabajadora (más del 70% de la votación), no es de ningún modo un capricho de la dirigencia sindical: es hacer efectivo el derecho constitucional de huelga, cuando existe afectación recurrente a las condiciones laborales pactadas bilateralmente.
3. Las principales cláusulas violentadas son las referidas a la estabilidad en el empleo y respeto a las condiciones de trabajo pactadas, la basificación de plazas sindicales, la recuperación de la materia de trabajo, la jubilación integral, la reestructuración del tabulador, la integración de las horas extras.
4. Lo que si pueden catalogarse como caprichos son las actitudes del señor Grijalva una vez que fue ratificado para su segundo periodo en la rectoría: En vez de resolver los rezagos acumulados de las demandas de los trabajadores, derechos que ya fueron fueron pactados y convenidos a lo largo de las revisiones contractuales, endureció su postura frente a los sindicatos universitarios al nombrar nuevos funcionarios administrativos que empezaron a castigar a los trabajadores al recortar sus derechos y prestaciones, y tensaron las relaciones laborales hasta el hartazgo.
5. Señor rector, le recordamos que usted es un funcionario público obligado a establecer políticas que beneficien un buen ambiente de trabajo y de estudio. La universidad no es el rector. La universidad está formada por varios sectores, y usted no debe administrarla, de ningún modo, a su antojo, enfrentando a unos sectores contra otros, mintiéndole a la sociedad y a los estudiantes sobre los sindicatos universitarios.
6. Un capricho, señor rector, es una determinación tomada arbitrariamente por humor o por antojo. Lo contrario es el diálogo y la negociación, que a todas luces, no aparece en sus declaraciones a los medios. Veamos lo que usted ha declarado:
“No existe ninguna (¡ninguna!) Violación al contrato colectivo”. Entonces lo que sí existe es la nula intención de su parte de negociar el actual conflicto y de buscar soluciones que nos hagan ganar a ambas partes:
“Aunque tuviera el doble o el triple de dinero esta Rectoría no va a pagar”. Fuera de ser ésta una afirmación de buscapleitos de háganle como quieran, esta posición lo descubre de cuerpo entero: Para usted no somos merecedores de una política de mejoramiento de nuestras percepciones, porque considera que no somos importantes para la universidad.
“Negociar no significa aceptar lo que no es”. Entonces, señor, empezaremos a negociar respetando lo que sí es, lo que está pactado en el Contrato Colectivo.
“Las horas extras son un malentendido”. No, señor, son un derecho estipulado en la Ley Federal del Trabajo, que dice que cuando son permanentes deben integrarse al salario porque son en la práctica una ampliación del contrato de trabajo.
“Los trabajadores pretenden más de lo que se puede ofrecer”. El sindicato ahora sólo está reclamando lo que está pactado bilateralmente, y en honor a la verdad, la nómina del STEUS es la más baja de la Unison. No pretendemos igualar su salario y las prestaciones de sus altos funcionarios, que sí son muy costosas para la sociedad.
“Magdalena González, secretaria administrativa, no renunciará, pues la funcionaria está haciendo su trabajo debidamente”. En realidad lo que el STEUS le exige es que usted recomponga su política de endureciemiento laboral, que ha hecho crecer el malestar de todos los trabajadores universitarios: manuales y administrativos, incluyendo a los académicos.
Comité Ejecutivo del STEUS
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