Un gobierno ausente
Isabel Dorado Auz
Se
acumulan los conflictos en el estado de Sonora y Guillermo Padrés lejos de
buscarles una solución ha decidido enfocar sus energías a la promoción
electoral de su partido. A través de Dichos que no corresponden con los Hechos
ha supuesto, al igual que toda la estructura del Partido Acción Nacional, que
mediante una campaña mediática lograran engañar, una vez más, al electorado
sonorense.
Se
dijo, por ejemplo, que en el presente gobierno se acabarían las cuotas
escolares, cualquier padre de familia puede corroborar que simple y
sencillamente no es cierto, aún así se transmiten spots donde se reivindica
esta promesa de campaña. Se nos dijo que el transporte urbano sería de calidad,
se atrevieron a decir que se haría un seguimiento satelital para garantizar que
todos los usuarios pudieran viajar sentados evitando el sobrecupo que sigue
siendo muy común en nuestros días.
Ahora, la empresa creada por Eduardo Bours piensa mandar a la basura las
famosas tarjetas de prepago amenazando con cobrar parejo los siete pesos
autorizados en la presente administración.
El
alcalde hermosillense sigue exterminando las áreas verdes, desaparecieron los
pocos árboles que había en la Unidad Deportiva de la Colonia Ley 57, aunado a
las múltiples denuncias que hemos hecho al respecto. Todavía más, parece que
hay un empresario especialista en cercos que se está beneficiando de esa
iniciativa del alcalde por cercar todas las áreas verdes posibles. La
remodelación de la plaza Zaragoza, el Parque Madero, la plaza principal de la
Colonia Pitic, son tres ejemplos de muestra. Para qué sirven los cercos, solo
el alcalde lo sabe, ya que obstruyen el libre tráfico peatonal y en nada
contribuyen a la seguridad del ciudadano. También ha sido muy inquieto el
alcalde en promover negocios particulares en lugares públicos. Los 46 negocios
que pretende instalar en el Parque Madero y otros tantos por el rumbo del Cerro
de la Campana, van a contribuir a la privatización de esos espacios públicos.
Por
si faltara poco, el gobierno del estado decidió estallar la Huelga en la
Universidad de Sonora, con qué fin, no lo sé. Me queda claro que esa postura
del Rector de cruzarse de brazos y la amenaza del secretario de gobierno de
ofrecer instalaciones alternas, solo provocó la indignación de los profesores
universitarios y por ende, el estallamiento de la huelga.
Por
otro lado, algo que verdaderamente indigna es que se haya utilizado la fuerza
pública, cuatro patrullas de la policía municipal y una patrulla de la Policía
Estatal Investigadora para llevar a los separos de la comandancia centro al
ciudadano Francisco Javier Salcido por tener la osadía de querer cobrar los
gastos hospitalarios propiciados por una intoxicación alimentaria. Al parecer,
el gobierno de empresarios solo sirve a los empresarios y en un claro ejemplo
de influyentismo político el ciudadano afectado por el mal servicio del
restaurant Santos Grill, tuvo, además, que padecer una vejación de parte de la
autoridad que deberá proteger sus derechos.
Así
están las cosas en Sonora. Lo preocupante es que, dado el poder mediático, nos
siguen imponiendo como representantes populares a personajes muy alejados de
los intereses de la sociedad y nos han quitado la posibilidad de tener opciones
cuando mediante prebendas logran controlar a ciertos personajes que se dicen de
izquierda.
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