Politizar la política
José Darío Arredondo López
Hermosillo, Sonora, 04 de Mayo de 2012
Los deditos acusadores de la derecha pitufa se agitan con frenesí inquisitorial y señalan al sindicalismo universitario, en alianza con el PRI, como el culpable de que el pueblo sepa que es la fracción parlamentaria del PAN la que está saboteando los intentos de sacar adelante el presupuesto de Sonora 2012 y, por ende, los recursos necesarios para levantar la huelga en la UNISON.
Según la nota de Expreso (4/05/2012, pág. 3A), el coordinador de la camada pitufa en el Congreso del Estado, David Secundino Galván, denunció que el PRI y el sindicato de académicos universitarios en huelga “se pusieron de acuerdo para perjudicar la imagen de la fracción parlamentaria del PAN y utilizan la huelga de la UNISON como ‘bandera’ política”, y expresó quejumbroso, “me preocupa que el PRI esté metiendo las manos en el conflicto, que traten de generar una desestabilización en Sonora, es una evidencia clara de que el PRI y el Staus están tratando de que no haya solución en el conflicto de la Universidad.”
La pintoresca declaración de don Secundino no parece estar conectada con la realidad que ha vivido el Congreso y el pueblo de Sonora, cuando por excesos en la obediencia política que sienten deberle al señor gobernador Padrés, los diputados panistas han dejado de asistir a las sesiones del órgano legislativo y se han negado tercamente en tocar el punto del presupuesto en el orden del día de las sesiones.
Perece ignorar don Secundino que, a estas alturas, todo mundo sabe que el señor Padrés se emberrinchó porque su propuesta de presupuesto que contenía alzas en los impuestos no fue aceptada por el resto de las fracciones parlamentarias, y que solamente su partido, el PAN, estuvo a favor de aumentar la carga impositiva de las familias sonorenses. Pretende ignorar que el Secretario de Hacienda de ese momento, Alejandro López Caballero (actual candidato pitufo a la alcaldía hermosillense) fue quien les escupió en la cara a los diputados opositores, “pues háganle como quieran”, y el diálogo entre gobierno y diputados se dio por terminado e inició una guerra de desgaste entre los panistas y el resto del Congreso.
Don Secundino acusa al STAUS de “ponerse de acuerdo” con el PRI, siendo que el sindicato académico varias veces invitó a los diputados de las distintas fracciones parlamentarias a reunirse y discutir de frente el tema del presupuesto, y que en las reuniones, debidamente publicitadas, solamente se tuvo la asistencia y disposición al diálogo por parte de dos integrantes de la bancada de ese partido, y en congruencia con el tema convocado, se discutió con ellos, de cara a un auditorio en el que estuvieron profesores, estudiantes y Dossier, el único medio informativo que se dignó asistir.
Siendo como fueron las reuniones abiertas y con acceso a la prensa, no se puede hablar lícita y cuerdamente de un “complot” entre la fracción priista y el sindicato STAUS. Sin embargo, don Secundino hace este señalamiento con furor de ratita rabiosa, que lo mismo miente que calumnia. Para su desgracia, la democracia en las participaciones y lo directo de los argumentos y respuestas vertidos en estas reuniones públicas, están documentados y forman parte de la experiencia de los universitarios en su trato con una autoridad universitaria negada al diálogo y un gobierno que excluye, nulifica y difama a las instituciones pilares de nuestra sociedad, como es la soberanía del Congreso del Estado y la propia institución universitaria, en este caso representada dignamente por sus profesores y estudiantes en lucha.
Lo anterior da claras señales del tamaño de la confusión política que les genera a los panistas toparse con la realidad de un pueblo que exige justamente lo que le corresponde: la aprobación sin dilaciones del presupuesto del Estado de Sonora, actualmente detenido precisamente por la fracción panista, que ahora se llama víctima de un “complot”.
La cínica y viciosa manifestación de incongruencia política es verdaderamente apabullante. Aquí el único complot ha sido el del gobernador Padrés con los diputados del PAN, para impedir la aprobación del presupuesto en tanto no considere los impuestos que el propio Alejandro López Caballero y Padrés en su momento proyectaron.
Es lamentable que un representante popular no lo sea tanto, y que con tanta ligereza acuse a quienes en todo caso son víctimas de su falta de seriedad y respeto republicano. Los académicos de la Universidad de Sonora siguen con su lucha honrando el lema institucional “el saber de mis hijos hará mi grandeza”, porque el maestro luchando también está enseñando. En virtud de los hechos y las palabras: ni un solo voto al PAN.
http://jdarredondo.blogspot.com
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