sábado, marzo 5

Fallece Alejandro Clark Bayón, fundador del DIFUS

4 de Marzo de 2016


La Universidad de Sonora ha sufrido otra pérdida enorme: esta mañana ha muerto Alejandro Clark Bayón, un moderno aventurero de la física y de las artes que dejó su huella en la historia de la alma mater como fundador del Centro de Investigación en Física (hoy Departamento de Investigación en Física, Difus) y maestro de varias generaciones de jóvenes inquietos que encontraron en sus enseñanzas no sólo un guía, sino también a un amigo.

La investigación en física de la Universidad de Sonora no podría entenderse sin la tenacidad de Ricardo Rodríguez Mijangos, Marcelino Barboza Flores y de Alejandro Clark Bayón, quienes en 1977 presentaron formalmente ante la Secretaría de Educación Pública el proyecto "Propiedades Ópticas y Eléctricas de Defectos en Halogenuros Alcalinos (POEDHA)".

El POEDHA buscaba, entre otros fines, la formación de investigadores en el campo de la física del Estado Sólido, resolviendo problemas específicos y sentar las bases para la creación de un Centro de Investigación en Física de la Universidad de Sonora. El proyecto fue aprobado en diciembre de 1977, dando pie a la creación del Difus. Y "el Clark" estaba ahí, como piedra fundacional de una nueva etapa de la casa de estudios,

Y sí: Alejandro estuvo siempre ahí desde sus inicios hasta que su búsqueda de artista lo llevó a buscar otra explicación a la vida creando propuestas novedosas en vidrio, basadas en su ente científico. Se retiró de la academia pero nunca se fue realmente, porque en su obra había mucho de arte y otro tanto de ciencia. No podía ser de otra forma, porque ambas manifestaciones del ser son como la ola y la playa en constante ir venir, abrazándose en la espuma y el rumor cristalino de lo intangible.

Apasionado seguidor de los Apson, no dejaba pasar la oportunidad para tararear una melodía de los chicos de Agua Prieta, o para explicar en qué acorde y en qué frase y en qué cuerda de la guitarra estaba escondida una nueva metáfora que sólo los tocados por el aliento de los sueños, los infatigables de la esperanza, los arqueólogos de un tiempo que se estacionó en el hoy y en la palabra amigos, podían encontrar. Porque Alejandro era un aval vehemente de la fraternidad.

Bien dice Nachita Ibarra en su cuenta de Facebook: "El maestro, investigador y artista autodidacta Alejandro Clark ha partido de esta dimensión hacia el viaje sin retorno. Deja el invaluable legado a la ciencia en Sonora, y echó las raíces para la creación artística en vidrio. Hermosillo despide a una de las mentes más brillantes de la generación en resistencia, en lucha ideológica, en evolución y revolución pacifista". Tan claro como eso.

La Universidad de Sonora ha perdido a un pilar entrañable en la investigación en física, y su grupo de amigos ha perdido el soporte de tardes y noches de charla universal, empedrada de luces diversas con las formas del cristal cuando se fragua, con los diversos colores que puede alcanzar la alegría.

Desde estas letras cansadas por la tristeza le deseamos a Alejandro un viaje sin trastornos hacia esa estrella que eligió para esperar a todos aquellos que de una u otra forma lo seguirán. Y para su familia: para Lucía Ordóñez, su esposa; para sus hijos y nietos, esperamos que un pronto alivio para este dolor, y que la cicatriz amarilla de la ausencia se convierta en una figura de vidrio sonriente que ilumine los sueños de septiembre a febrero. 

Descase en paz Alejandro Clark Bayón, el maestro, el artista, el amigo… (Amando Zamora)

Tomado del portal de la Universidad de Sonora. Liga: http://www.uson.mx/noticias/default.php?id=21244

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