En asamblea de bajo nivel, STAUS decide una nueva prórroga a la fecha de estallamiento de huelga

El Terror de los Grillos

En una asamblea de bajo nivel de participación -por la calidad de las participaciones, no por la cantidad - el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS), decidió una nueva prórroga al probable estallamiento de huelga por parte del gremio. Las horas transcurrieron sin sustancia ya que los académicos participaron declarando sus puntos de vista sobre si aceptar los ofrecimientos actuales de las autoridades universitarias y conjurar la huelga, o ir a una nueva prórroga, es decir establecer una nueva fecha para la huelga. En esas dos opciones se enfrascaron las participaciones,  las cuales fueron sin mucho sentido, ya que cada quien -por lo menos en gran mayoría - ya parecía tener punto de vista bien definido. A pesar de esto, la asamblea, como es usual y por lo que los académicos más ocupados generalmente no gustan de ir a asambleas, se prolongó más de lo necesario.

La dirigencia sindical se negó a discutir el caso de los profesores que mostrando el mayor compromiso con su profesión, han decidido apoyar a los estudiantes impartiendo clases extramuros. Quedaron claro en la asamblea, que a la mayoría de los académicos participantes en la asamblea lo que menos les importa son los estudiantes, y más les preocupa apoyar al "sindicato hermano" comandado por la también regidora perredista Dorotea Rascón. Nada se dice a la falta de profesionalismo, y de otra cosa, de aquellos que prefieren seguir cómodamente cobrando el sueldo, y rasgarse las vestiduras contra la patronal "explotadora". Aunque al ver a las mayorías obesas presentes, nadie les cree eso de explotados. Menos se lo creeríamos a Dorotea Rascón (...sigue texto que tuvo que ser censurado por el staff del Buen Buho...).

Lo que da esperanza de que alguna vez la Universidad de Sonora alcance mejores planos, es el hecho de que cada vez es mayor el número de profesores que no se dejan engañar por la política Rascón y su marido (en el STAUS), y están más que dispuestos a apoyar a los estudiantes.

Los académicos siguieron con lo que se está haciendo costumbre y que poco a poco va sentando precedentes peligrosos: votar levantando la mano, en vez de utilizar urnas, tal como indican los estatutos. Costumbre que se viene a unir a otras situaciones irregulares que ya son parte de las asambleas de la actual dirigencia del STAUS. No quedó claro -esto también ya se hizo costumbre - si la asamblea continuará o no mañana. Por otra parte, el Consejo General de Delegados suele cambiar lo que se establece en la asamblea.