Paga la UNISON por ambiciones políticas de Dorotea Rascón

Demian Duarte

Ahora el asunto de la Universidad de Sonora, con la compleja huelga que se carga el Sindicato de Trabajadores y Empleados, realmente se está convirtiendo en una bomba de tiempo, una situación que ya amenaza con afectar por ejemplo el semestre de los estudiantes, y que si bien atiende a una agenda eminentemente laboral como son los sueldos y prestaciones de os 1 mil 700 trabajadores de la institución, no me cabe duda que también se está convirtiendo en un factor de presión política.

Los ingredientes están puestos, falta poco menos de mes y medio para las elecciones, la líder sindical del Steus es militante del Partido de la Revolución Democrática (es regidora por ese partido y pieza de Reynaldo Millán) y por supuesto que se ha colocado en un postura intransigente, porque de lo que se trata es de estar inconforme con las autoridades universitarias y con las políticas del gobierno actual.

A Dorotea nadie la mueve de la postura en la que está y nadie la podrá detener de mantener una huelga que para mi gusto es una sinrazón, porque lo que quiere la señora es romper con todos lo esquemas de negociación salarial a fin de sentar el precedente de que como ella es muy buena líder sindical, ella si pudo contra las políticas pro patronales del gobierno federal y del estatal de Eduardo Bours.

Mi pregunta sería para ella ¿Y qué culpa tiene la Universidad de Sonora?

Porque si algo tengo claro, es que el rector Pedro Ortega y las autoridades universitarias no le dan a doña Dorotea, lo que quiere, no porque no quieran sino simplemente porque no pueden, el presupuesto asignado no les alcanza y ese es el punto.

La cuestión es que si tan polarizadas están las posiciones, la huelga en la Universidad, seguirá en el punto muerto en que se encuentra, y en el que está por cumplir dos meses, y se prolongará hasta que los trabajadores sientan la presión de no estar percibiendo sus sueldos, o quizá hasta que la lidereza del sindicato quiera. Total, ella sigue recibiendo sus 30 mil pesos mensuales que le tocan como dieta por su labor como regidora, así que ella no pasa hambres, ni privaciones.