Candidatos a Rector : parte I

Por Héctor Rodríguez Espinoza (http://www.contactox.net )

BREVE HISTORIA DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN SONORA

Quizá los integrantes de la Junta universitaria, muchos candidatos a rector, no pocos profesores y la mayoría de los ex alumnos y alumnos de la Universidad de Sonora ignoran, así sea a grandes rasgos, su génesis y aleccionadores avatares, sus tradiciones e identidad.

A fin de evocar a sus Rectores desde entonces y juzgar sobre los 15 aspirantes, permítanme ese trazo histórico, imprescindible para manifestarle nuestra eterna gratitud y amor, por encima de eventuales e indeseables mezquinos intereses personales o de grupo.

1. Antes de la conquista, la región sonorense era una de las más pobladas por tribus, muchas que subsisten, como pimas, pápagos, yaquis, mayos, seris y guarijíos.

Los primeros españoles que pisaron el noroeste fueron los náufragos de una expedición que mandó Cortés desde Acapulco, al mando de Diego Hurtado de Mendoza.

El presidente de la Primera Audiencia de México, Nuño Beltrán de Guzmán, para superar a Cortés, organizó la conquista de la Nueva Galicia, en 1529. Pedro Almíndez Chirinos llegó hasta el valle del río Yaqui, en donde cundió una peste entre sus soldados que los obligó a regresar. Pero la expedición más importante fue la de Vázquez de Coronado, en 1540, que llegó hasta Quivira y fundó la Villa de los Corazones.

La tercera la encomendó el Virrey en 1563, quien fundó la Villa de San Juan Bautista Sinaloa, estableciendo el gobierno civil y religioso.

Esa población, como la de Corazones, tampoco prosperó. A fines del siglo XVI se realizó la conquista por los jesuitas, avanzando desde Durango y Sinaloa y abriendo caminos el capitán Diego Martínez de Hurdaide. Asumió el mando de laProvincia Pedro de Perea, quien pobló Sonora, que llamó Nueva Andalucía, separada de Sinaloa.

Los jesuitas fueron, entre muchos otros,Pedro Méndez, Andrés Pérez de Rivas y Tomás Basilio, y ya en el siglo XVII brillanEusebio Francisco Kino y su sucesor Juan María de Salvatierra. A fines de 1690 se mandó a éste como visitador general de las misiones de Sonora y Sinaloa. Visitaron todas y fundaron otras. Cuando Kino visitó las tribus occidentales de la Pimería, hasta las costas de California, estableció la de Caborca. En 1699 visitó a las tribus radicadas en San Marcelo de Sonoita, y le sorprendió la muerte en 1711.

Durante más de 20 años, después del fallecimiento de Kino, las misiones fueron abandonadas, y a partir de 1767, con la expulsión de los jesuitas de la Nueva España, decayeron. El Colegio de Querétaro continuó la obra de los jesuitas. La posición topográfica de las misiones denotan el buen cálculo de sus fundadores, pues unidos a los presidios del gobierno virreinal, formaron en la frontera una línea de poblaciones que sirvieron de barrera a las irrupciones de los “bárbaros” que defendían sus tierras.

A principios del siglo XVIII, se formaron las provincias de Sonora y Sinaloa, las Alta y Baja California. Debido a su progreso y a la solicitud del clero, el Papa Pío VI erigió, en 1779, la Diócesis de Sonora, que comprendió las provincias de Sonora y Sinaloa y las Californias. Escaseaban en ella las escuelas de primeras letras, y las pocas que había eran de paga. El obispo Francisco Rousset de Jesús y Rosas las incrementó.

En el momento del levantamiento de Hidalgo, la Intendencia de Sonora se aproximaba a los 130,000 habitantes. A pesar de la rebelión, no se notó fuertemente entre los habitantes; sin embargo, las nuevas ideas sí orillaron a exigir innovaciones en el campo de la educación.

En 1819, Fray Bernardo del Espíritu Santo, Obispo de Sonora (1818-1825), escribió al Intendente don Alejo García Conde sugiriendo la división del Obispado, uno del Yaqui hacia el norte y otro hasta el Real del Rosario, señalando la conveniencia de establecer su sede en El Fuerte o en Culiacán, "por estar circundadas de numerosas poblaciones cuya ilustración se hace ya expectable y la juventud recibe más fina educación, posee mejores principios y adquiere mejores disposiciones para la carrera de las letras".

Por Decreto de octubre de 1830 surgió Sonora nuevamente como entidad autónoma, agregando a su territorio el Distrito de Álamos, que había pertenecido a Sinaloa. Los Poderes se instalaron en Hermosillo, antiguo presidio de Pitic, que era Diócesis, erigida el 7 de mayo de 1779.

Las primeras instituciones de enseñanza superior no se manifiestan en Sonora en los siglos XVI al XVIII, ya que sólo se trata de la obra de evangelización de los misioneros, con sus escuelas de primeras letras.

Es ¡hasta el siglo XIX! cuando se encuentra ya un antecedente de lo que conocemos como educación superior: según la memoria de la Secretaría de Gobierno, de 1850, en ese año se fundó la "Escuela Normal de Ures", en la que se impartía enseñanza primaria y secundaria.

Elías Calles

El 15 de enero de 1889, el Gobernador Ramón Corralinauguró el Colegio de Sonora, en Hermosillo, para impartir educación primaria y secundaria. Debido al estado conflictivo de nuestro país, la Escuela Normal pasó por períodos críticos y sólo se formalizó el propósito hasta el 23 de diciembre de 1915, en la que se expidió el Decreto de Plutarco Elias Calles como Gobernador y Comandante Militar del Estado, según el cual quedó establecida en Hermosillo una Escuela Normal para Maestros y Maestras, y los graduados llevaron el título deProfesores de Educación Primaria, Elemental y Superior.

En el Informe General del Representante de Sonora, el Profr. Manuel Quiroz Martínez, ante el Congreso Nacional de Maestros en la Ciudad de México el 15 de diciembre de 1920, menciona:

"Por acuerdo especial firmado el 1o. de noviembre de 1919, por el C. Gobernador del Estado D. Adolfo de la Huerta, quedó constituida la Escuela Preparatoria del Estado, adscrita en su programa y enseñanza a la Escuela Normal de Maestros. Los alumnos son pocos, por ser la primera vez que se establece esta enseñanza en el Estado y porque muchos jóvenes, de tiempo atrás, tienen iniciados y continúan sus estudios preparatorios en instituciones similares norteamericanas, y porque en casi todas partes prefieren cursos rápidos, comerciales o industriales, con promedio de dos años; mientras que la Escuela Preparatoria exige cinco años para llenar sus funciones.

"La Escuela Normal de Maestros siempre ha exigido 5 años de estudios, salvo en 1917, pero esto fue subsanado por los alumnos interesados, que se esforzaron por cursar a tiempo las materias del 5ª año, que para ellos no eran obligatorias. La institución fue mixta.

"Los cursos preparatorios se crearon como adjuntos de los normales, ya que unos y otros, en la mayoría de sus materias, tienen igual extensión e intensidad. De esta manera se aprovecharán las mismas cátedras y maestros para las dos carreras. Se dispuso que provisionalmente se iniciaran los cursos de la Escuela Normal y Preparatoria del Estado en el edificio ocupado por el "Colegio de Sonora", debiendo funcionar como escuela primaria anexa, la primaria para varones que en ese lugar ha existido".

(Continuará)…