La huelga en la UNISON favorece a la educación privada

Los que deben de estar satisfechos de la prolongada huelga del STEUS, son los directivos y dueños de universidades privadas, y otras públicas ya que se posicionan ante el desprestigio que acompaña la paralización del  la Universidad de Sonora. Tal vez en un futuro, si los sindicatos deciden mantener ese "espíritu de lucha", el cual deberían de mostrar en algo de provecho para los sonorenses, la UNISON, desprestigiada y no siendo la opción de estudiantes que puedan pagar educación privada, o de quienes no teniendo recursos tengan en mente como mejores otras instituciones públicas que no hagan tantos berrinches, paros, asambleas y huelgas año tras año, se vea obligada a recortar personal docente y manual. Afortunadamente, los despedidos (que seguramente culparán a todo mundo de su infortunio, pero nunca se harán responsables de sus actos) tendrán la opción de pedir trabajo en otra parte. Primero, a ver si como corran los tiempos se los dan. Segundo, a ver que famita tienen por haber sido dados de baja por la UNISON - tal vez digan, si ni siquiera en la UNISON la hizo -, y tercero, a los que logren puesto, manuales o académicos, a ver si les dan las mismas prestaciones que tienen en la UNISON, y si les dejan armar sus huelguitas. Así que agradezcan las bondades de trabajar en la UNISON y no se anden haciendo vivitos. Que esto se puede acabar y  a ver que hacen.