Dorotea Rascón busca el lugar 1 en duración de huelgas en la Unison

Por Carlos Moncada Ochoa publicada el día 2009-05-04

Al cumplirse hoy 32 días de huelga del STEUS, lo que la coloca en el cuarto lugar de todas las que ha sufrido la Universidad de Sonora desde 1976, se deja en claro que Dorotea Rascón aspira a figurar en la historia como la campeona en paralización de actividades universitarias.

No será nada fácil conseguirlo, pues la primera huelga fue el año citado por espacio de 92 días. Sin embargo, la compañera Rascón podría alegar que no fue en rigor jurídica esa huelga sino un largo paro de los primeros líderes para presionar y obtener el reconocimiento del sindicato. De ser esto así, entonces estaría actualmente en el tercer lugar.

Por el momento, su meta es alcanzar los 48 días que el STEUS mantuvo cerrada la Universidad en 1982: del 19 de abril al 16 de junio. Faltan 16 días más, pero quienes conocen a la señora Rascón aseguran que mantener desgarrada a la Casa de Estudios otro par de semanas serían pan comido para ella.

Una vez lograda esa meta se aventaría a desbancar la marca de 54 días de desgarramiento de la Casa de Estudios impuesta por el desaparecido Sindicato de Maestros y Empleados de la Unison (SEMUS) que en 1983 duró del 18 de septiembre al 8 de noviembre. Si el STEUS llega a los 48 días y luego se mantiene sordo a los estudiantes, a los padres de familia y a sociedad una semana más, habría logrado el primer lugar.

No puede soslayarse que aunque la de 1976 no fue estrictamente una huelga, mantuvo 92 días paralizada a la Universidad, y algunos malquerientes le alegarían a la compañera Rascón que, de hecho, no tendría el récord histórico. Tratar de alcanzar y rebasar esa marca, al menos en un día para pasar al libro de Guiness, implicaría que la Universidad siguiera cerrada todo mayo, junio, julio y agosto.

Lo que se diga al respecto no es más que especulación. Pero si ahora la compañera Rascón avanza tranquila hacia la marca de los 48 días y es evidente que la conquistará y dejará atrás; si da pruebas de que no escucha los lamentos de los estudiantes con un semestre arruinado, si no le importan las pérdidas económicas de la Universidad, cualquier cosa puede esperarse de ella.

¿Y por qué no? ¡Las páginas de la Historia la esperan!