viernes, diciembre 2

GRIJALVA MONTEVERDE, ROUNTREE CONS Y EL CONGRESO DEL ESTADO

por Héctor Rodríguez Espinoza

Primero fue el secretario general del STAUS, Jorge Rountree Cons, quien llamó a los diputados del PAN para dialogar sobre el tema de nivelación salarial de los académicos de la Universidad de Sonora, luego de que en el pleno del Congreso se turnara a las comisiones de Educación y de Hacienda una iniciativa del diputado Vicente Javier Solís Granados que plantea un programa de nivelación salarial.
"Principalmente los diputados del PAN fueron los que no quisieron aprobar la iniciativa, se les ha llamado para que platiquemos sobre el tema”, dijo.
Aseguró que la propuesta no sería costosa para el Ejecutivo, subrayando que es mínima en comparación a los recursos que se invierten en otros rubros y que el gobierno ha gestionado.
Después el Colegio Académico, integrado por representantes de la comunidad académica, estudiantil y de trabajadores manuales y administrativos de las unidades norte, centro y sur, manifestó que de no aprobarse el presupuesto mínimo ordinario de 757 millones 506 mil 109 pesos para el ejercicio 2012 por el Estado, la Universidad reduciría la matrícula de nuevo ingreso hasta en 1,500 espacios y se afectarían los compromisos laborales contraídos con los trabajadores en la revisión salarial y contractual.
En un comunicado, señala que una disminución en el presupuesto generaría un clima de inestabilidad hacia el interior, además de afectar sus procesos académicos y de servicios; que aprobó el Presupuesto de Ingresos y Egresos para el 2012 de inicio por $757 millones 506 mil 109 pesos, para continuar los programas prioritarios definidos en el Plan de Desarrollo Institucional 2009-2013.
"Es un presupuesto justo, acorde a las funciones sustantivas de la institución y fundamentado en la realidad de las condiciones financieras del país", establece; que hay una disminución de 27.4 millones al entregar el Ejecutivo al Congreso su propuesta de 712 millones de pesos, muy por debajo del subsidio de cierre del 2011, de 739 millones 345 mil 721 pesos, en el que se incluye la ampliación presupuestal para las negociaciones salarial y contractual de marzo pasado.
¿Qué puede pasar?
Lo hemos reiterado: Los Sindicatos deciden, cada año, emplazar a huelga y, al no ver satisfechas sus demandas, democráticamente y como último recurso de lucha, estallarla.
El STAUS, por ejemplo, la estalló este año con el 86% de sus miembros, la mayoría posgraduados del Sistema Nacional de investigadores con premios internacionales, con 849 votos a favor y 660 en contra, con nombre y apellido, en voto libre y secreto. Mensaje contundente.
Pero tampoco deben asumir posturas intransigentes que maten la gallina de los huevos de oro. La nuestra es –no una empresa lucrativa-, sino una institución sujeta a fondos públicos etiquetados que, además de contar con calendarios y horarios de trabajo francamente privilegiados, nos brinda la misión más sagrada, la educación superior.
Y esta misión tiene, como destinatarios, a los consentidos del sistema y afectados: los estudiantes, en un país en el que el porcentaje de mexicanos entre 25 y 34 años con ella es de 5%, comparado con 2% para una generación 30 años mayor. Los diputados del Congreso distraidos con la fiesta electoral
Afectación
A nadie le convienen las huelgas en las Universidades públicas, en un país emergente e históricamente subdesarrollado, cuyo pueblo está ayuno de profesionistas venidos de sus ejidos, comunidades, barrios y colonias, para egresar con un nivel técnico y ético superior, que compitan con egresados de Universidades privadas –algunas fraudulentamente “patito”-, mejoren sus finanzas familiares, atemperen las desigualdades crónicas y eviten estallidos sociales.
Son oficialmente 7.5 millones de “ninis” en el país, 13,000 en el Estado (Instituto Sonorense de la Juventud) y no deseamos que se conviertan en soldados, como lo propone el Gobernador de Chihuahua, ni “zetas”, en una lucha contra el crimen organizado que desgarra día a día a nuestro delgado tejido social.
En África del Norte, los “ninis” encabezaron las revoluciones. En México, el porcentaje de jóvenes entre 15 y 24 años que ni estudian ni trabajan es de 24 %. No tienen una agenda política, pero participan en la violencia relacionada con las drogas, que ha cobrado más de 50 mil vidas en cinco años, 10,000 sin identificar (sin contar las de las viudas, los viudos, las y los huérfanos, las madres y los padres) y 250,000 desplazados.
Heriberto Grijalva. Su trabajo debe ser para el bien de la UNISON
Pero a nadie conviene, tampoco -ni a los alumnos, a la postre-, ignorar las demandas de los académicos: violación de un centenar de cláusulas del Contrato Colectivo (fruto de 35 años de lucha y conquistas); nivelación salarial, programa de horas gabinete, aportación de la Universidad al Fondo Complementario de Pensiones y Jubilaciones; endurecidos requisitos de promoción a categorías y niveles; en los últimos 18 años, su salario decreció un 50% el poder de compra; su régimen de jubilación: al retiro, se les disminuye un 40% de su ingreso y, lo peor, se les priva del seguro de gastos médicos mayores y prótesis, cuando más lo necesitan; un ISSSTESON que da cita con especialistas para ¡dos meses!
Enseña mejor –y el alumno aprende mejor- el profesor que, con el ejemplo, practica el ejercicio y defensa de sus derechos cuya teoría enseña en el aula y si está dignamente remunerado; que, a tiempo y en paz con la vida, se retire a disfrutar sus últimos años.
Algunos de los mejores alumnos de hoy y con vocación docente, serán los profesores de mañana.
Es mucho lo que le deben, el crecimiento económico y el desarrollo integral de Sonora, a nuestra máxima Casa de estudios.
No se puede ni debe ser pichicato con la que  sigue siendo -por derecho propio- la niña de los ojos del Estado.

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