domingo, abril 27

Apreciable Sr. Director

Por: M.C. José Luis Martínez Castro

A casi 23 años de vigencia de la Ley Orgánica Número 4 de la Universidad de Sonora, la comunidad del Alma Mater  no conoce el funcionamiento de su Máxima autoridad: La Junta Universitaria, compuesta por personalidades del mundo académico y profesional; que ocupan el puesto de manera “honorifica”;  incluso el reglamento a que hace mención la propia Ley nunca se ha publicado.

El segundo cuerpo colegiado en importancia es el Colegio Académico, donde  el Rector esta sobre representado,  al contar con 16 integrantes de 37, que tienen su puesto por designación directa o indirecta por él mismo, como son: Tres Vicerrectores, de las tres unidades que se compone la institución y doce Directores de División, contando con sólo 9 maestros, 9 alumnos y tres trabajadores, en total se cuentan con 21 representantes elegidos democráticamente de manera indirecta. La comunidad elige representantes al Consejo Académico de cada Unidad y de ahí se elige a 3 al Colegio Académico. Hasta la fecha nunca un representante maestro, alumno y de trabajadores ha discutido con  sus representados lo que se va a decidir colegiadamente.

El Rector como autoridad individual tiene el 43.% de los votos en este segundo cuerpo colegiado y además cuenta con el derecho de Veto, al pedir a la Junta Universitaria que reconsidere una decisión de este cuerpo colegiado cuando lo considere conveniente. Y así, el máximo  órgano de gobierno tiene toda la información disponible proporcionada por la estructura vertical de rectoría, sin contrapesos reales.

Urge clarificar el funcionamiento de la Junta Universitaria,  pero también que los universitarios nombren a sus autoridades, no por auscultación, sino de una manera democrática directa.

Fuente: STAUS.

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