martes, abril 26

Nueva amenaza de huelga contra Unison

Gaspar Navarro Ruiz / g_navarro_ruiz@hotmail.com

Luego de la pausa por la Semana Mayor, retornará la "normalidad" a Sonora, y para abrir boca tenemos a la vuelta de la esquina la amenaza de huelga del STEUS contra la Universidad de Sonora, por lo que en el campus universitario y en la sociedad sonorense una vez más reina la incertidumbre.
La Unison se salvó de una larga huelga por parte del STAUS al entrar al rescate el gobierno estatal con un apoyo financiero extraordinario, mismo que se desconoce su monto, cmo también se desconoce si esos mismos recursos fueron autorizados para resolver las demandas salariales y de prestaciones del STEUS.
Las autoridades universitarias ofrecen a sus trabajadores y empleados sindicalizados un 3.9 de aumento salarial y un 2.6 por ciento en prestaciones, propuesta que ha sido considerada insuficiente por la lideresa sindical Dorotea Rascón, quien exige un 22 por ciento de aumento salarial.
El STEUS va con todo contra la Unison, en busca de al menos lograr el 11.5 por ciento que logró el STAUS en su pasada revisión del contrato colectivo.
El año pasado Dorotea Rascón llevó a la Unison a una huelga de 50 días, por lo que todo se puede esperar el próximo día 30 de abril, fecha en que está programado el estallamiento de huelga.
Con la huelga de siete días del STAUS, se desató la polémica de modernizar a la Alma Mater a fin de evitar las huelgas, pero las propuestas de posibles cambios laborales al interior de la Unison no llegaron al Congreso del Estado, ni llegarán porque no podrían atentar contra los derechos laborales de los trabajadores consagrados en la Constitución.
Contagiado por la "ola reformista" el rector Heriberto Grijalva Monteverde, consideró viable realizar reformas laborales internas en la institución para evitar "paros" sindicales, pero dejó todo en manos del Congreso por ser materia constitucional.
Intentar "modernizar" a la Unison para maniatar a los sindicatos y socavar al sindicalismo, sería una torpeza política del gobierno estatal que solo lograría aumentar la inestabilidad social en la entidad.
Una nueva versión sindical de la marcha "Del Desierto al Zócalo" protagonizada en el beltronismo por los estudiantes que rechazaban privatizar la universidad, sería el tiro de gracia para el "Nuevo Sonora" que anda en la cuerda floja presionada por los yaquis, los camioneros, los narcos, los grupos internos panistas, y por los legisladores aliancistas y dirigencia tricolor que exigen la desaparición de la tenencia vehicular federal y de las casetas de cobro.
Así las cosas, el rector Grijalva Monteverde tendrá que hacer su máximo esfuerzo al "estirar la liga" en las negociacones con el STEUS, para evitar que el próximo sábado le estalle otra huelga en la Máxima Casa de Estudios.
POR CIERTO, nos unimos a la profunda pena que embarga al rector Grijalva Monteverde y a su familia por el sensible fallecimiento de su señor padre Jesús Grijalva Ayala, acaecido el pasado domingo 24 en Ciudad Obregón. Descanse en paz el ameritado maestro.

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