martes, abril 21

Las peticiones de doña Dorotea y los sindicatos

Martín Holguín


Por si no lo saben, doña Dorotea es la ilustre “lideresa” de un sindicato que se ha convertido en un verdadero lastre para los sonorenses, porque creen que la Universidad de Sonora es un negocio privado que les pertenece en su totalidad y que deben cuidar las “utilidades” para repartírselas entre ellos.

La señora Razcón (regidora de Hermosillo, que gana bastante bien) quiere que el Estado entre, les cumpla sus caprichos (aumentos de sueldo en plena crisis, por ejemplo) o de otra forma “no van a regresar las instalaciones” (creen que les pertenecen, pues).

Como Pedro Ortega les dijo que no va a ceder a sus caprichos (tampoco a sus demandas, by the way) doña Dorotea salió con la onda de que “casi ni es nada” lo que piden.

Miren esta frase, es maravillosa: “nos parece bien delicado que el rector diga que no hay recursos cuando está haciendo obras que no están etiquetadas ni presupuestadas y que ni siquiera estaban proyectadas”.

En efecto, doña “lideresa” no hay dinero para sus “baquetonadas” y peticiones fuera de sentido. Lo que hay debe ser invertido en instalaciones, en patrimonio para la universidad, en cosas que ayuden a los estudiantes.

Claro que es preferible que el rector ordene la realización de obras con dinero que le llegue. No, a ella no le gusta eso, ahora resulta que el rector y el Estado deben dar más dinero para que ellos se lo gasten en sus festejos, en aumentos ¡ah!, y en festejar el “Día de la Mujer”, que ahora por sus pistolas es feriado.

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